El Grupo Estratégico por la despenalización del aborto terapéutico en Nicaragua e Ipas Centroamérica, están realizando el concurso nacional “Conchita Palacios” dirigido a periodistas y estudiantes de comunicación social de Nicaragua.El tema es Violencia sexual y aborto terapéutico.
Pueden participar mediante entrevistas, reportajes, artículos de opinión, ensayos y otros géneros periodísticos que evidencien el embarazo por violación y visibilicen la necesidad de la despenalización del aborto terapéutico.
La realidad del país
Diversas investigaciones reflejan que en Nicaragua, muchas niñas, adolescentes y mujeres viven a diario el terror de la violencia sexual.
En 2009 el Instituto de Medicina Legal reportó 4,961 casos de violencia sexual, el 89% correspondía a niñas y niños menores de 17 años. La mayoría de los abusos son perpetrados por conocidos, padrastros, tíos o padres.
El estigma del abuso
Amnistía Internacional documentó sobre el estigma que sufren las víctimas de abuso sexual y cómo sigue siendo tabú, lo que hace que las niñas no se atrevan a denunciar la terrible situación que están viviendo, más cuando es un familiar el abusador.
Además de enfrentar estos obstáculos, muchas desisten de su denuncia ante la carencia de asistencia jurídica y psicosocial, los estereotipos, la discriminación y la actitud negativa hacia las víctimas, la retardación de justicia y la impunidad, por lo que abandonan el proceso legal ante los costos económicos, el trauma y la desprotección de sus derechos humanos.
Cuando la violación genera un embarazo
Algunas sobrevivientes sufren el trauma adicional de descubrir que han quedado embarazadas a consecuencia de la violación. Esto afecta emocional y físicamente la salud de las mujeres, sobre todo a las niñas, ya que la ley las obliga bajo pena de cárcel, a continuar con su embarazo después de haber sido violadas, incluso aunque el embarazo ponga en peligro su vida o su salud.
En Nicaragua, desde 2006 todas las formas de aborto están tipificadas como delito.