Conocí a Luisa de 38 años, en un viaje a Chinandega, sentadas una a la par de la otra empezamos a platticar sobre cómo se las ingenia vendiendo ropa, para sacar adelante su hogar y cómo los altos precios están afectan su negocio.
Luisa viaja tres veces por semana al Mercado Oriental en Managua para
abastecerse de mercadería. “Espero encontrar las cosas más favorables, cada vez
que vengo han subido de precio. Me cansa, pero debo hacerlo para garantizar la
comida y la escuela de mis hijos”, me dice.
Verla separar los moños de billetes con seguridad y satisfacción: “Esto
es para comprar mercadería, pago del préstamo, la comida y el pasaje...”. Me
hizo pensar en las diversas maneras que tenemos las mujeres para obtener dinero
y resolver nuestros día a día.